Desde que conocí a Enjambre por allá del 2010 con Daltónico, su segundo álbum de estudio, entendí que el rock no estaba muerto como muchos decían. Descubrí que en México se hacía música en serio y que contrario a lo que mis amigos afirmaban, para apreciar lo bueno no era necesario voltear a otros países. El sonido y la actitud estaban aquí.
Como todo proyecto que pasaba por mis oídos, me sentaba por horas y horas a encontrarle similitudes con otras bandas. Detectaba influencias ocultas entre las melodías de sus rolas y de a poco me iba metiendo en las armonías nostálgicas que proponían.
La voz de Humberto me hacía pensar en un estilo vintage y sin oponerme me trasladaba a esos videos de los 80 que veía en YouTube. Sus ritmos me arrullaban en la interpretación sonora del aquí y el ahora y el contraste era tan poético que no se iba de mi cabeza.
Pasaron los años y Enjambre se convirtió en una agrupación de talla monumental. Su estilo sacó la pelota del estadio y ayudó a formar el acervo musical de todo un país. Se transformaron en headliners de todo evento y nunca olvidaron su misión de llevar el rock a las masas. Ahora su nombre era sinónimo de pasión y perseverancia.
Nuestra charla de este año, además de musical, debía basarse en el contraste de su sonido clásico con el rock actual sin olvidar el futuro que podría estar regido por máquinas.
¿Qué será de la música? ¿Cómo afrontaremos el sonido artificial que se aproxima? Platiqué con Rafael Navejas, fundador de Enjambre y pieza clave en el sonido de una banda que sigue dando sus mejores piezas desde el campo de batalla…
Hace un año platicábamos de los retos de volver a los escenarios tras la pandemia. ¿Cómo afrontaron la vuelta y qué tal les fue con el rush de tantas fechas juntas?
Rafael: Creo que ha sido el año donde más hemos tocado. Mucho de eso es un reflejo de las ganas de la gente por regresar a vivir la experiencia y sin duda a nosotros como músicos ya se nos quemaban las habas por regresar al concierto presencial. Ha sido muy lindo y el ambiente que la gente pone en los conciertos ha sido muy bueno. Fue incluso mejor la manera de disfrutar del concierto, la gente está muy efusiva ahora y ha sido una súper experiencia.
Por ahora no han lanzado nueva música porque han estado muy ocupados pero, ¿Qué podríamos esperar de un nuevo disco de Enjambre? ¿Seguirían sonando al estilo vintage al que nos tienen acostumbrados?
Rafael: Fíjate que nunca ha sido nuestra intención replicar al cien por ciento la parte visual de los años 60 o 70, pero lo que procuramos es rescatar estas imágenes o conceptos que te evocan a un poquito de la nostalgia y al mismo tiempo presentarlos de una manera fresca. Nos gusta mezclarlo y hacer algo único agregando de nuestra cosecha. Supongo que todos coincidimos en la parte tanto musical como artística.
¿Dirías que lo viejo es mejor que lo nuevo?
Rafael: No mejor, porque si dices mejor o peor es como ¿En base a qué? ¿En base a composición?, ¿En base a sondeo?, ¿En base a autenticidad? Me voy a remontar a antes de los setentas, es más hasta antes de los cincuentas donde sí había algo en el aspecto performance que creo que llegaba a ser algo superior en términos generales.
Como no había televisión y no había tanta tecnología para producción y grabación, los músicos tenían que ser muy buenos porque llegaban a la radio y en una sola toma, con un par de micrófonos lo hacían, entonces los músicos y el nivel de exigencia del performer o de los cantantes lo era. Ahorita estamos un poquito más apapachos porque tenemos muchas herramientas que nos permiten volver a grabar o editar tanto en el audio como en lo visual. En ese sentido mis respetos para para los músicos de antes.
No iría tan lejos como para decir que eran mejores, pero sí el aspecto del performance y de la exigencia musical estaba en otro nivel.
Estaba escuchando ‘La Batalla’ antes de entrar a la entrevista y me hizo pensar en la salud actual del mundo. De pronto estamos tan inmersos en nuestro metaverso o nuestro mundo artificial que no nos damos cuenta de lo que tenemos enfrente…
Rafael: En el sentido social pienso que estamos dando pasos atrás y no lo pudimos prever. Estoy seguro pero con espacio a equivocarme, que no estamos lejos de tener estadísticas sólidas de cómo hemos sido afectados a nivel social y anímico en el interés comunicacional. Es bien raro porque pareciera una contradicción pues a través de tu celular puedes estar conectado a mucha gente y a muchos lugares, pero la realidad es que nunca dejas de estar solo. Generacionalmente estamos siendo muy individualistas y veo eso como un paso hacia atrás.
Supongo que a niveles de psicología o sociología se empiezan a arrojar estas estadísticas que lo sustentan. Somos la generación a la que nos tocó el antes y el después, antes de que existieran los smartphones y por lo mismo no tenemos la suficiente experiencia como para prever en dónde iba a fallar esto o cómo nos iba a afectar como sociedad.
Creo que debemos hacer ajustes. Yo por ejemplo, ya empiezo a hacer este ese tipo de acciones o decisiones a conciencia. Por ejemplo con mis hijos que están chiquitos todavía, pero no tengo la mínima intención de conseguirles un smartphone por mucho tiempo. Quiero que aprendan a sentarse a la mesa y platicar con la familia, con los papás, con los abuelos, verte a los ojos y tener una conversación significativa.
Y hasta en la música comienza a sentirse, actualmente con la inteligencia artificial puedes crear música, componer canciones, producir sonidos, ¿Qué piensas de eso?
Rafael: Eso tiene dos caras. El lado positivo es que nosotros la hemos vivido a medida que hacemos música. Por ejemplo, con un teclado midi puedes emular cualquier instrumento, cuando antes lo vivías más y ahora todo desde tu teclado. Sí tiene un nivel de practicidad y son herramientas válidas a la hora de querer plasmar una canción o una idea, la contraparte es, supongo yo, la parte negativa es que a la hora de presentarte en vivo, si no has tenido la experiencia o no te has fogueado en el sentido de agarrar un instrumento y tocarlo y sacarle el sentimiento y comunicarlo a un público, no se siente igual, porque estás tan acostumbrado que la computadora te hace todo.
A la hora de componer es muy válido y muy útil, pero a la hora de montar una canción en vivo creo que sí tienes que llegar a un punto donde empiezas a meter instrumentos y si te fijas, mucha gente en el hip hop cuando antes solo agarraba el micro y ponía una pista, ahora recurren a músicos y los ves cada vez más con bateristas o bajistas porque se han dado cuenta de que en el en vivo la gente quiere música.
¿Enjambre es de esas bandas que piensan a futuro o simplemente dejan que las cosas fluyan y tomen su lugar?
Rafael: Normalmente somos una banda que hace planes a corto plazo, nunca hemos tenido esta idea de planear más allá. A lo mejor porque no venimos de familias empresarias pero nunca hemos tenido esta visión empresarial de tener todo el año planeado o dos años adelante ya mapeados y con planes y metas. Nosotros somos más proletariado y vemos lo que hay en frente.
¿Qué me puedes contar de la nueva gira que traen actualmente por Estados Unidos?
Rafael: Vamos a estar de gira en Estados Unidos a partir de la próxima semana. Empezamos en Nueva York el 24 de febrero, luego nos vamos a muchas otras ciudades, Washington, Chicago, Denver, vamos a estar en Portland, San Francisco, Sacramento, Garden Grove, Phoenix, Texas, etcétera. Si estás en Estados Unidos y te interesa nuestra música, checa nuestras redes sociales, ya sea en Facebook o en Instagram y vive la experiencia en vivo.