Fue un día ajetreado para Raquenel Portillo, alias «Mary Boquitas, luego del lanzamiento de su podcast «En Boca Cerrada» y durante este mismo día tuvimos la oportunidad de hablar con ella acerca de todo lo que estaba viviendo a raíz del estreno.

Luego de un día de entrevistas y junkets de prensa, nos tomamos un momento de la noche para conversar y escuchar de su propia voz algunos de los pasajes más oscuros que vivió siendo parte del clan Trevi-Andrade, así como del mayor escándalo del entretenimiento en la historia.

Raquenel se siente tranquila y convencida de que lo que está haciendo está bien y servirá para que otras mujeres y hombres que atraviesen por la misma situación de abuso, control y explotación, puedan romper el silencio y no permanecer con la boca cerrada.

«Estoy muy feliz y agradecida porque después de varios años de que se había anunciado que se iba a sacar una bioserie, que si iba a ser un libro, que si iba a ser una película, lo que fuera, ya tenía yo la intención de hacer un proyecto de mi vida», nos contó.

Recientemente se retomó el tema del clan en los medios de comunicación con la noticia de una nueva acusación en contra de Gloria Trevi y por ende se abrió la conversación acerca de los implicados en la historia, por lo que le preguntamos a Raquenel lo que sintió al ver que una vez más su excompañera estaba siendo acusada de los horribles crímenes que se le atribuían: «Obviamente nunca está padre ser el centro de un escándalo o que de pronto haya tantas personas hablando de ti y la mayoría injustamente. Una de las cosas que me llevaron a contar mi historia fue el escuchar a toda esa gente hablando y diciendo tantas versiones que hasta yo decía, ‘Oh mira según esto soy yo’ y para mí es importante dejar un legado para mi gente y que yo le pueda decir a mi familia ‘esto es lo que soy y esto es lo que fui’. Estoy ejerciendo mi propio derecho de contar mi historia y sí lastima cuando escuchas cosas que siguen sin entenderse y siguen sin comprenderse».

Raquenel menciona en su podcast que jamás tuvo la oportunidad de hablar con su familia sobre lo que vivió y que hasta la fecha, su madre no ha escuchado la historia de su boca por lo que se iría enterando de todo capítulo a capítulo junto al público: «Ha sido muy fuerte porque no había tomado conciencia de que como no le había contado la mayoría de las cosas y que se iba a enterar por el podcast. Cuando la escuché llorar me pegó bastante porque mi intención de no contarle era para no lastimarla porque decía ‘bueno, ya pasó, para qué le insisto’, entonces sí fue muy fuerte verla sufrir por algo que ella desconocía y que quizá imaginaba pero desconocía. Me limité a pedirle perdón una vez más y prepararla y decirle ‘vienen cosas que no te imaginas, vienen cosas tremendas y te pido que veas lo que soy yo ahora’.

Dicen por ahí que «ojos que no ven corazón que no siente», pero creo que el amor de madre nunca se equivoca y hay personas como mi mamá que son muy sensibles. Yo sé que siempre presentía algo y sufría, pero también voy a contar el rol que ellos tuvieron y donde estuvieron y lo que pasó durante esos años con mi familia en la vida paralela. Ha sido muy fuerte pero lo que importa es el ahora y en el ahora yo estoy bien».

Tocamos el tema de la libertad y el abuso que sufrió durante muchos años bajo el yugo de Sergio Andrade. Hablamos del momento en el que salió de la cárcel y se liberó de aquel abuso físico y mental que la sometió por décadas y del instante en el que pudo ser Raquenel Portillo por primera vez: «Las versiones de lo que se ha dicho han sido muy fuertes, muchas mentiras y todo muy superficial, no se han ido al fondo de lo que viví. La gente dice ‘ay fue una persona golpeada y ya’, pero no, estaba sometida a un régimen muy complicado en el que me tenía que dirigir a Sergio Andrade de una manera muy específica y al paso del tiempo me convertí en una autómata, una persona que no quería sentir porque lo que sentía dolía y me convertí en una persona que solo obedecía y que ya ni siquiera pensaba por sí misma. Era una manipulación tan fuerte hasta de pensamiento que si me atrevía a pensar algo diferente a lo que él me decía que era lo correcto o lo que tenía que hacer, te juro que me sentía culpable y sentía que le estaba fallando y que me iba a castigar otra vez.

Durante esos años a partir de los 14 años en adelante, fui una persona que viví para y por Sergio Andrade, pedía permiso para ir al baño, para comer o él me decía lo que tenía que comer entonces no era yo. Manejaba pero manejaba el auto que él me decía que manejara y hacia donde él me decía que manejara y no tenía la libertad de doblar para acá o para allá y si hacía algo mal pues me tocaba el trancazo directamente.

Entré tan jovencita, llegué a sus manos a los 14 años que ahora el salir a respirar el aire es un acto de libertad completa para mí.

Aunque la labor de Raquenel inspira a otros a romper el silencio y a no permitir abusos de ningún tipo, hay personas que la juzgan e intentan desacreditar su historia. Hay quienes dicen que es una historia vieja y que lo que pasó pasó, por lo que le pregunté sobre lo que le diría a las personas que la tachan de mentirosa o oportunista al seguir hablando de algo que se vivió hace tanto tiempo: «Ya me cansé de dar explicaciones. A Sergio Andrade le tenía que dar explicaciones de todo y como me quedé con eso en el cerebro, cuando me empezaron a juzgar sentí que tenía que dar una explicación y a la única entidad a la que le debo dar explicaciones y ni eso porque me entiende todo, es a Dios. Yo sé que con mi silencioso otorgué y mucha gente empezó a especular pero en realidad te diré una cosa, sin dar explicación pero como aclaración, es la primera vez que yo hago un proyecto al respecto.

Está muy chistoso y soy irónica pero cuando se me ocurre abrir la boca por primera vez en un proyecto, yo soy la juzgada. Como si mi historia por alguna razón no se tuviera que contar. Hasta han usado mi personaje sin pedirme permiso entonces no sé por qué tanta molestia. Yo estoy muy contenta y voy a seguir con mi historia que está basada en un libro. La verdad puede incomodar pero es muy padre porque libera y sana», concluyó.