“No somos delincuentes, somos músicos que cantan lo que vive la gente”, así respondieron Los Alegres del Barranco luego de que autoridades locales impusieran sanciones y prohibiciones para sus presentaciones en distintos municipios del país, bajo el argumento de que sus letras hacen apología del delito.
El grupo, referente del movimiento regional mexicano y del llamado “movimiento bélico”, se ha colocado en el ojo del huracán tras ser vetado en eventos públicos y sufrir cancelaciones de conciertos en estados como Chihuahua, Zacatecas y Sinaloa. Esto, como parte de una serie de medidas recientes que buscan limitar los espectáculos donde se interpreten narcocorridos u otras canciones que “normalicen la violencia”.
Ante ello, la agrupación publicó un comunicado en redes sociales en el que rechaza las acusaciones de promover actividades ilícitas: “Nuestra música refleja realidades, no las inventa. Somos cronistas del pueblo, no promotores del crimen”. También hicieron un llamado a respetar la libertad de expresión artística, argumentando que la música regional mexicana ha sido históricamente un espejo social.