La curiosidad es la mejor aliada del artista. Desde el deseo de encontrar sonidos nuevos para incorporar en sus composiciones, hasta el anhelo de embarcarse en emocionantes aventuras para expresarlas en sus versos, la inquietud que poseen es apasionante, algo que para un conversador y amante de la música como yo, sigue sorprendiendo día con día.
En esta ocasión, tuve la oportunidad de charlar con Juan Pablo Contreras, un mexicano excepcional capaz de crear una obra clásica completa por sí solo. Su trabajo ha sido reconocido alrededor del mundo e interpretado por algunas de las orquestas más importantes que existen, por lo que en México es una gran figura y uno de los máximos representantes de la escena.
La conversación tenía como objetivo el trasfondo de su último sencillo ‘Corazón Azul’, una pieza que refleja la potencia y la energía del mar en cientos de detalles, sin embargo todo lo que hablamos sobre su carrera y su lucha constante en una escena tan compleja, resultaba fascinante.
Juan Pablo es un héroe de la música mexicana, y lo planteo de esta manera, porque en la escena clásica, donde nadie se atreve a a trazar un nuevo camino o a dibujar una historia moderna, Juan Pablo compone obras de arte sin olvidar sus raíces ni el amor que siente por su tierra.
Te invito a leer la entrevista completa, un plática súper interesante con Juan Pablo, pues vamos, no siempre tienes la oportunidad de platicar con un director de orquesta, conocer cómo es el trabajo detrás de una puesta en escena en la que se escuchan 50 instrumentos y además encontrar a los músicos indicados y dirigirlos al unísono en vivo.
Damas y caballeros, con ustedes Juan Pablo Contreras, el mejor compositor y director de orquesta de México…
Gracias por tu tiempo Juan Pablo, este es un momento muy importante para ti pues debutas como compositor y director de orquesta, ¿Cómo te sientes?
Súper emocionado, este es el material más representativo de quién soy yo como músico. Anteriormente con mi primer disco con Universal Music México, que fue Mariachitlán (2020), y que fue nominado al Latin Grammy, mi rol fue exclusivamente el de ser el compositor de todos los temas del álbum y ahora no solo escribí toda la música, sino que la estoy dirigiendo, fui el productor y tuve toda la visión, no solo de la grabación de audio, sino que hicimos también un video orquestal para cada obra y cada cada sencillo que estaremos lanzando de este nuevo disco estará acompañado de un video orquestal para que la gente vea cómo se hizo, quién está en el escenario.
Creo que estamos innovando bastante en que no nada más es música orquestal o música clásica con este sello muy mexicano, sino que también lo estamos presentando de una manera más personal para que la gente tenga la oportunidad de escuchar esta música y que sepa exactamente cómo se hizo.
Imagínate, tienes a 45 músicos en un escenario, 50 micrófonos que montó el ingeniero de grabación Gabriel Castañón, que es de la Ciudad de México y que llevó todo a Guadalajara, donde grabamos el disco y si alguien se equivoca tenemos que repetir., entonces sí, es todo un reto grabar con tantos músicos en un escenario. Entonces súper emocionado.
Justo ahorita que mencionas eso, creo que la parte de hacer el behind the scenes y todos esos nuevos esfuerzos son para intentar entregar la música clásica en los formatos actuales ¿No?
Cien por ciento. A mí se me hace muy importante que la gente para empezar, que vea que somos muy jóvenes en la orquesta casi todos los músicos son menores de 35 años, son músicos de todo el mundo, pero que la gran mayoría radican en Guadalajara. También tuvimos invitados de Costa Rica a Estados Unidos para armar esta orquesta.
Y que conozcan el proceso de cómo se hace esta música y quién está tocando en el escenario. Muchas veces cuando vas a un concierto música clásica, desde la perspectiva donde estás sentado ves a los músicos. pero para estos videos, montamos 15 cámaras en el escenario para capturar todo más personal, más visceral y que la gente se sienta más familiarizada con este género y que le den la oportunidad de escucharlo y de conocer que es simplemente música de orquesta, se llama clásica porque son instrumentos clásicos, pero es música nueva, música actual, en mi caso con un sello muy mexicano y es una música muy narrativa es decir, si tú escuchas, por ejemplo, ‘Corazón Azul’ es como un viaje musical por el Océano Pacífico, vas llegando a diferentes puertos, oyes música costeña de México. Luego hay una tormenta que se recrea con la orquesta y al final termina todo con una fiesta. Entonces esto es un viaje, que la gente la escuche y que se imagine como si estuviera viendo una película, pero con ese toque muy mexicano.
Quisiera platicar un poquito de todo el proceso que has vivido para llegar a ser tú ahora el que lleva la batuta. ¿Cómo ha sido?
Ha sido un camino largo y haz de cuenta que casi no existía camino y que yo lo fui haciendo porque en realidad hay muy pocos compositores vivos, compositores mexicanos y que estén escribiendo música que sea accesible. Muchas veces la música clásica por ser una música de concierto, con ese toque muy académico, como que sienten que tienen que ser muy formales y mi característica especialmente ahorita viendo tus guitarras, mi formación la empecé muy joven tocando violín, pero por ahí de los 13 años empecé a tocar guitarra eléctrica y bajo eléctrico en varios grupos de metal en Guadalajara, hasta que llegué a un grupo que hacía metal sinfónico, que combinaba el metal con la orquesta y ahí me volvió la inquietud de que tenía que aprender cómo funcionaba la orquesta, si íbamos a hacer estos arreglos y me clavé más con la orquesta.
Luego empecé con esta idea de que quería escribir música de orquesta nueva y música de cine, porque pensé que era el único lugar donde podías trabajar con una orquesta. Me mudé a Los Ángeles para tener más cercanía con Hollywood y en Los Ángeles conocí a compositores vivos que estaban haciendo música clásica y no lo podía creer y se me hizo mucho más chido porque no había restricciones, podías contar tu propia historia, hacer una rola de 40 minutos o proporciones más monumentales. Luego me fui a vivir a Nueva York, es decir, estudié muchos años, hice licenciatura, maestría y doctorado, o sea, nueve años de estar en la escuela y estudiaba composición, pero también estudiaba dirección de orquesta porque quería hacer esta música ya físicamente y hasta hace poco empecé a hacer ya más invitaciones como director huésped en orquesta.
Cuando firmé un contrato discográfico con Universal Music México hace dos años, me convertí en el primer músico clásico que firmaba la disquera. Sacamos este disco Mariachitlán (2020), que estuvo nominado al Latin Grammy y dijimos, «que el siguiente sea con una orquesta que yo dirija» y nos pusimos a ensayar y a grabar, estuvimos nueve días trabajando como ocho horas al día juntos y este es el resultado.
Está bien interesante esta parte que dices de que esos compositores estaban vivos, porque supongo que mucha de la música clásica es competir con gente como Satie, Mozart, Beethoven, ¿Es complicado?
Muy complicado, es todo un reto, porque cada que toca tu música una orquesta, como bien dices, estás compitiendo contra vivos y muertos para para tener ese lugar.
Yo he tenido mucha suerte de que de que mi música se programe constantemente y lo que más me da orgullo es que es música súper mexicana, o sea, tiene mucho ritmo, mucho punch, y todas las historias que cuento tienen que ver y celebran a México. Siento que mi misión siempre ha sido llevar un mensaje positivo a todas las orquestas, he trabajado con 40 orquestas en todo el mundo y cada que se toca mi música, la gente puede tener esa probadita de algo mexicano pero muy positivo como para cambiarles el chip que a veces se tiene como una perspectiva negativa del país, así que es ir con todo y con algo muy positivo.
Hace poco tuve la oportunidad de reabrir el Walt Disney Concert Hall en Los Ángeles, que estuvo cerrado 14 meses por la pandemia y el primer concierto abrió con Mariachitlán (2019) y es increíble no solo estar en estos escenarios tan importantes, sino que sea como un mensaje muy mexicano y muy positivo.
Perfecto y justo fue en el 2019 que recibiste esta nominación con Mariachitlán (2019), ¿Qué sentiste? ¿Fue un parteaguas en tu carrera?
Sí, totalmente. Estar en la conversación y en ese escenario con artistas más pop, por ejemplo conocí al «bataco» de Metallica, a Lars que estaba ahí dando un premio, o sea, tener este acercamiento a medios más populares, pero sin perder esa línea e insistencia que he tenido de querer hacer música clásica que suene a México, y poder llegar a estos premios tan importantes con una música muy auténtica y muy personal, es increíble.
Siento que los artistas a veces se ven limitados, ahorita muchos grupos de rock están haciéndose más pop para pegar más y la verdad estoy muy agradecido con Universal Music México que me han dado chance de decir «Oye, tengo esta idea, es una locura, voy a armar una orquesta, voy a grabar un disco» y que digan «Adelante» sin comprometer la parte artística y ser fiel a esa visión que he tenido y esa ambición que es hacer una música clásica mexicana y llegar a estos escenarios, a estos premios y todo con una música que que a mí me mueve mucho.
Antes de entrar a la parte musical de ‘Corazón Azul’ me gustaría empezar con la parte del mar ¿Qué significa el mar en tu vida?
Lo identifico mucho con México especialmente el Océano Pacífico, por eso se llama ‘Corazón Azul’, porque siento que el alma de México está en sus mares y quise contar esta historia que tuviera como narrativa principal un viaje en un barco chiquito, que va llegando a diferentes puertos en donde te reciben con música muy costeña, mexicana, celebrando que estás llegando a estos destinos, luego hay una tormenta que se tiene que superar y al final termina en una fiesta.
Por un lado es un viaje muy visual, muy narrativo y de hecho muchos de los sonidos que hacemos con la orquesta son acuáticos, hay un instrumento que se llama water gong, que es un gong o un platillo que sumerges en una cubeta de agua y hace sonidos de olas, entonces por esa parte está innovadora y por otro lado también es como una poesía, una metáfora de lo que es la aventura de la vida. Empiezas un proyecto o algo, vas en un barco, un barco muy chiquito, pero poco a poco vas conquistando miedos, vas llegando a lugares más interesantes y al final te das cuenta de que la meta siempre es seguir en el mar, seguir avanzando, que tiene mucho que ver también con mi carrera como músico y compositor.
En este nuevo disco también presentas a una nueva orquesta, ¿Qué tan difícil es seleccionar a los músicos que van a interpretar la obra?
Estuvo muy «picky», de hecho, yo le hablé por teléfono a cada músico de la orquesta, los invité personalmente. Afortunadamente llevo como diez años trabajando con la gran mayoría de estos músicos en Guadalajara, pero ya tenía la plantilla en mente de quien quería que participara en este disco. Sí tuve que invitar a varios músicos de fuera, especialmente porque había instrumentos que no existían en Guadalajara, como el clarinete bajo., no había nadie en Guadalajara que tocara ese instrumento, así que tuve que invitar a un amigo de Costa Rica.
Sí fue una selección muy específica. También tenía muchas ganas de que fueran músicos jóvenes, casi todos son menores de 35 años, porque eso se siente y se escucha, se escucha cuando hay músicos que neta quieren tocar y quieren estar en el escenario y que están completamente comprometidos con la visión detrás del proyecto, el resultado es una maravilla y eso también era un factor. Invité a gente que estaba emocionada de hacer música nueva o de llegar a ensayar rolas que nunca habían sonado en ninguna parte del mundo y de grabarlas y de hacer todos estos videos.
Fue un proyecto muy completo y muy feliz con la selección, con el equipo. También mencionaba la parte de la grabación porque en México no hay ninguna sala de conciertos que tenga micrófonos instalados para grabar un disco de orquesta, entonces invité a Gabriel Castañón, que es un ingeniero de grabación y de mezcla de la Ciudad de México y él llevó 50 micrófonos, armó un estudio ahí en el teatro para grabar esta música y todas las partes también de producción de videos que tuvimos fueron 15 cámaras en el escenario para para grabar los videos y todo eso fue clave para para poder capturar la esencia de esta música, de quiénes está tocando y que también la calidad del audio fuera muy alta.
Con el behind the scenes del sencillo vimos lo complejo que fue grabarlo y producirlo, y te vemos a ti en acción, pero creo que lo único que no nos cuentas, es lo que pasa antes de todo esto. ¿Cómo es tu proceso creativo para componer?
Muy buen punto. Sí, de hecho fue música que yo grabé o que yo escribí. Me tomó tres años escribir todo el repertorio del disco, que son 65 minutos de música. Es muy laborioso, especialmente porque estás escribiendo lo que va a tocar cada músico en el escenario, que son 45 músicos y tú tienes que imaginarte que va a tocar la flauta dos, que va a tocar el arpa, etcétera , entonces esa parte sí es más tardada porque se procesa a fuego lento y no hay de otra, no puedes ni siquiera hacerlo en equipo, es algo muy artesanal que tienes que hacer tú solo.
Una vez que estaba escrita toda la música, también me preparé mucho como director de orquesta, aprenderme la música para interpretarla también es otro chip que tienes que tener y también la estrategia de saber decir tenemos nueve días, qué vamos a hacer cada día, cada hora, hacer un plan muy preciso para alcanzar a grabar todo y luego la parte de la edición, no lo mencioné, pero haz de cuenta que se va grabando por pedacitos; primero la grabamos completa y luego nos vamos por partes y en total grabamos 400 pedacitos, 400 tomas del disco que luego escuché y edité. Fueron como 300 horas de edición, de estar escuchando todo.
Me parece muy interesante que seas un compositor de música clásica tan joven y que a la vez buscas educar o enseñar a otros con lo que sabes. ¿Cómo nacieron esas ganas por educar e incentivar la música?
Pues fue una necesidad. Yo siempre me pongo en los zapatos del público, tanto como compositor o a la hora de hacer una producción de este tipo siempre digo, «A ver cuál es la música que no estoy escuchando y que quiero escuchar como audiencia», y en mi caso no hay como música orquestal mexicana, accesible, agradable, o sea que no tengas que saber mucho de música para disfrutarla, que a veces eso pasa con compositores clásicos que hacen una música muy académica, pero que nadie disfruta o yo en lo personal no la disfruto. Esa era mi primera misión, hacer una música que sea clásica pero que cualquiera pueda escuchar y que le llegue y le mueva y que se identifique y diga qué chido que hay un mexicano escribiendo música que yo entiendo.
Siempre me ha causado conflicto esa barrera que hay entre el escenario y el público en la música clásica, donde sale el director o la directora da caravana y luego se pone a dirigir y se va a su casa y nunca supiste ni por qué escogieron esa música o por qué armaron ese concierto, ni quién la escribió. Cuando sale un grupo de rock al escenario, ¿Qué es lo primero que hacen? gritan «¡Qué onda gente! Aquí estamos», y la conexión es más inmediata y hasta dicen «A ver ¿Qué rola quieren que toquemos,?» Hacerlo más personal.